Ayer se celebraron en la Academia Zilargi en Deusto los primeros talleres del Club Handmade de Bilbao. Fue estupendo porque tuvimos todo el local para nosotras, un aula donde estuvimos haciendo cosas bonitas, otra para la merienda y otra para dejar las cosas, todo fantástico.
El número de asistentes fue también sorprendente, más de veinte, pero más sorprendente aún fue saber que ya somos 45 las apuntadas en el Club. ¡45! Y esto no ha hecho más que empezar.
Pero bueno, a lo que iba. Los talleres iban a ser de 17.00 a 20.30, pero al final nos extendimos un poquito... y acabamos a las 21.30, si es que
el tiempo se pasa muy rápido en buena compañía.
En el primer taller nos dedicamos a decorar cajas de Self-packaging. Por cierto, se ve que a todas nos gusta el washi tape, ya que algunos se acabaron realmente pronto, pero aun así, nos salieron unas cajas muy monas. Lo más destacable fue el proceso de montar las cajas que fue... divertido. Utilizamos blondas, muñequitos, lazos, dibujos...
(La imagen es de uno de los talleres posteriores, pero para que os hagáis una idea)
Después del primer taller llegó la hora de la merienda en el que, entre otras cosas, había mazapanes hechos con mucho cariño en una raclette y ponche sabor a piruleta, o algo así. Sé que llevaba piña, granadina y un licor (o similar) de almendra. Ah, ¡y hubo hasta cava! para brindar por el comienzo de los talleres, claro.
En el segundo taller hicimos unas bolas decorativas de navidad, pero no de esas que simplemente cuelgas en el árbol, sino más bien de las que puedes dejar sobre la mesa, en los pomos de las puertas etcétera. Para ello utilizamos un globo, cuerda bala y spray (sí, sólo eso porque como en la televisión tuvimos una bola ya encolada para llevarnos a casa).
Después hicimos otro taller de decoración navideña, esta vez en fieltro y en papel metálico de regalo (no encontramos otro nombre mejor con el que designarlo).
Y para acabar hicimos uno de...
¿crear una estrella? Bueno, algo así. Otro elemento decorativo navideño
muy divertido para montar ya que había que saber si se trabajaba con las verticales o con las horizontales... ¿porque todo el mundo sabe qué es una horizontal, no? Además,
había que saber utilizar bien la regla... todo un reto.
La salida fue graciosa: podías identificar al resto de chicas que habían asistido no porque ya te hubieras aprendido todas sus caras y nombres, no, sino por sus bolsas del Club Handmade llenas de cositas bonitas (de hecho yo así reconocí a una en el metro de camino a casa).
En definitiva fue un evento muy entretenido, diferente y muy divertido, lleno de gente simpática. Así que si alguien está pensando el apuntarse al Club... debería hacerlo.
